Esto ya había sucedido antes. Pero nadie lo esperaba.
El 19 de septiembre de 2017 se repitió el horror de 1985.
La Ciudad de México volvió a vivir la destrucción y la incertidumbre de un temblor devastador.
El miedo y la angustia invadieron las calles.
El gobierno otra vez tardó en reaccionar.
Pero la ciudadanía se sumó rápidamente a los esfuerzos colectivos.
Muchos se unieron para ayudar a los que más lo necesitaban.
Y a los que no pudieron salvarse.
Una memoria colectiva que se activó por la solidaridad de una ciudad que no olvida.