El 77% de los autores de tiroteos masivos en EE.UU. obtuvieron sus armas legalmente, incluyendo Salvador Ramos, el asesino de 18 años que mató a 19 niños en Uvalde, Texas.
Según una encuesta de 2018, en Estados Unidos circulan 390 millones de armas. Ningún otro país del mundo tiene más armas que personas.
El acceso casi universal a las armas en EE.UU. está garantizado por
la Segunda Enmienda de la Constitución, ratificada en 1791.
Carta de Derechos de la Constitución de EE.UU. (1791)
“Siendo necesaria una milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del Pueblo a poseer y portar armas no será infringido.”
Comentario del legista St. George Tucker a la Segunda Enmienda (1803)
"En cualquier país que tiene ejércitos y que le quita al pueblo el derecho de portar armas, la libertad, si no está aniquilada, está al borde de la destrucción."
En el siglo XVIII, la enmienda garantizaba el derecho del pueblo para defenderse del gobierno, organizar milicias, repeler invasiones extranjeras y posibles revueltas de esclavos.
Tres siglos después, muchos legistas han denunciado que ninguna de estas garantías son necesarias para la estabilidad del Estado.
Y las armas actuales son muy diferentes a las de esa época.
Sin embargo, la posesión de armas se ha convertido en una de las causas centrales de la derecha conservadora, abanderada por organizaciones como la Asociación Nacional del Rifle (NRA).
Esta causa es importante para los ciudadanos estadounidenses porque plantea la libertad de proteger la propiedad privada y la familia.
Quitarles las armas es, según ellos, quitarles libertad.
En 36 estados no se necesita permiso para comprar armas. En otros tantos, no se verifican antecedentes penales. Tampoco hay requisitos legales para registrarlas.
Por eso, la mayoría de las armas
en EE.UU. no tienen registro.
Actualmente hay en promedio 8.1 armas por cada hogar estadounidense.
Y la principal causa de muerte en menores de 18 años son las armas de fuego.