El principal motor del cambio climático en los siglos XX y XXI han sido las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles.
El uso de combustibles fósiles emite gases de efecto invernadero, los cuales cubren al planeta, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas.
Es muy probable que la última década haya sido el periodo más caluroso de los últimos
125 mil años.
Además, los niveles de CO2 (dióxido de carbono) están en su punto más elevado de los últimos 2 millones de años.
Desde los años noventa, los polos han perdido cerca de 28 mil millones de toneladas de hielo, con una tasa de fusión actual de 1.2 mil millones de toneladas al año.