Mito: Tronarte los dedos te puede causar artritis.
Realidad: La artritis se desarrolla cuando el cartílago dentro de la articulación se rompe y permite que los huesos se rocen entre sí.
Cuando nos tronamos los dedos, estamos separando las articulaciones. Este estiramiento hace que se forme una burbuja de aire en el fluido, que eventualmente revienta, creando el sonido de crujido.
Mito: El frío es el responsable de la gripe.
Realidad: En 2005, investigadores probaron la hipótesis de que enfriar el cuerpo aumenta las posibilidades de infectarse con el virus del resfriado común.
Sus resultados encontraron que no existe relación. Pero puede causar la aparición de síntomas si el virus ya está en el cuerpo.
Mito: La vitamina C puede curar
la gripe.
Realidad: De acuerdo con los últimos estudios, solo las vacunas producen efectos preventivos contra el virus de la gripe. Por su parte, el efecto de la vitamina C es insignificante o nulo en cuanto a los síntomas directos de esta enfermedad.
Para lo que nos puede ayudar la vitamina C es prevenir daños oxidativos que producen los efectos inflamatorios del virus.
Mito: Todo el mundo debería seguir una dieta sin gluten.
Realidad: El gluten es la proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno.
A menos que se padezca una enfermedad celíaca o intolerancia al gluten, no es necesario evitarlo.
Los productos de trigo integral tienen grandes beneficios nutricionales, incluidas las vitaminas B esenciales y la fibra.
Mito: Tener un problema de salud mental es sinónimo de falta de inteligencia.
Realidad: Cualquier enfermedad, ya sea física o mental, puede afectar a cualquier persona, independientemente de su inteligencia, clase social o nivel de ingresos.