Cuauhtémoc gobernó Tenochtitlán entre 1520 y 1521, cuando los conquistadores españoles estaban a punto de someter a los mexicas. Decidió no rendirse a los invasores y luchó ferozmente contra ellos.
Aunque no logró detener la conquista española, es recordado por su valentía.
A casi 500 años de su muerte muchos se preguntan, ¿dónde descansan sus restos?
Cuauhtémoc fue el undécimo tlatoani de Tenochtitlán y el último emperador de los aztecas.
Fue el sucesor de Cuitláhuac y trató de mantener a raya a los españoles.
El asalto español dejó a Tenochtitlán en ruinas, y se cree que Cuauhtémoc fue atrapado tratando de huir de la ciudad en una canoa de guerra el 13 de agosto de 1521.
De acuerdo con Bernal Díaz del Castillo, los conquistadores le quemaron manos y pies para que revelara dónde estaba escondido su tesoro.
Cuauhtémoc decidió guardar silencio y no reveló nada.
Durante una expedición a Hibueras, la actual Honduras, fue acusado de intento de sedición y ahorcado por órdenes de Hernán Cortés el 28 de febrero de 1525.
Algunos historiadores cuentan que en 1529, los huesos de Cuauhtémoc fueron contrabandeados por sus seguidores y llevados a Ixcateopan, en Guerrero. Presuntamente, era su ciudad natal.
Se dice que los huesos del último tlatoani fueron enterrados debajo de lo que luego se convertiría en el altar de la iglesia local.
Si bien se ha comprobado que los restos ahí guardados pertenecen a varias personas, la creencia de que los huesos de Cuauhtémoc están en Ixcateopan persiste.
Anualmente se celebra un festival en su honor.