Cada vez escuchamos hablar más del fentanilo, una droga cuyo consumo está al alza no sólo en México, sino también en EUA y otras partes del mundo.
El fentanilo es un opioide (derivado
de la amapola)
sintético.
Se utiliza para tratar el dolor intenso por su efecto analgésico y anestésico.
Es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más potente que la morfina.
Por ello, también se vende ilegalmente en forma líquida, en polvo o como pastillas.
Esta droga es tan potente que los consumidores pueden quedar inconscientes casi de inmediato y sufrir una sobredosis mortal en cuestión de segundos.
Los efectos del fentanilo incluyen:
Los grupos criminales de México se concentran cada vez más en la producción y distribución de fentanilo a países como Estados Unidos.
También se reporta el aumento en el consumo local.
Los precursores químicos para su elaboración llegan desde China e India en buques de carga. La mercancía se deja en puertos como Manzanillo para que los delincuentes los recuperen.
El decomiso de fentanilo en México aumentó 1,079% en 8 años. Entre octubre 2014 y noviembre 2018, se decomisaron 532 kilos. Entre diciembre 2018 y enero 2022, se esta cifra superó los 6 mil kilos.
EUA y Canadá han intensificado las alertas por el fentanilo. En 2022, la DEA decomisó 50.6 millones de píldoras mezcladas con fentanilo y 4,500 kgs de polvo de esta droga.
Actualmente, en Estados Unidos hay una “epidemia” de muertes por sobredosis de fentanilo. En 2022, se reportaron 110,236 decesos relacionados con opioides.