El ser humano ha alterado los genomas de plantas y animales durante años, utilizando técnicas de reproducción tradicionales. Pero los avances en la ingeniería genética han revolucionado este proceso.
Los científicos seleccionan el gen específico para implantar. Esto evita introducir otros genes con rasgos no deseados.
También ayuda a acelerar el proceso de creación de nuevos alimentos.
A esto es lo que se le conoce como alimentos transgénicos y algunos de sus beneficios son:
• Alimentos más nutritivos.
• Plantas resistentes a la sequía y a las enfermedades.
• Menor uso de pesticidas.
• Mayor suministro de alimentos a un menor costo y con una mayor vida útil.
• Crecimiento más rápido en plantas y animales.
• Alimentos que se podrían utilizar como vacunas u otros medicamentos.
Sin embargo, hay estudios que han expresado inquietudes como:
• Creación de alimentos que pueden causar una reacción alérgica o tóxica.
• Cambios genéticos inesperados y dañinos.
• Alimentos menos nutritivos.
Entre 2005 y agosto de 2017, la SAGARPA autorizó la liberación de transgénicos en 24 estados del país.
En México, el maíz y la soya son los cultivos transgénicos predominantes.
La empresa extranjera Bayer-Monsanto obtuvo el 60% de los permisos de liberación de transgénicos otorgados en México entre 2005 y 2017.