México enfrenta una grave crisis de sequía y escasez. Muchos lagos y lagunas se están secando, producto de la sobreexplotación, el descuido, y la falta de lluvia.
El país cuenta con una red hidrográfica que abarca 633 mil kilómetros de longitud. En México, el 60% del agua potable proviene de los cuerpos de agua superficiales, como los ríos.
Existen siete ríos que conforman el 71% del flujo hídrico: Grijalva-Usumacinta, Papaloapan, Coatzacoalcos, Balsas, Pánuco, Coatzacoalcos y Santiago.
El principal problema que sufren los ríos es la contaminación. Sobre todo de aguas residuales, ya sean domésticas, industriales, agrícolas o ganaderas. Además, la falta de lluvias y sequías ponen en riesgo sus caudales.
Para evitar un escenario más dramático, se espera que se tomen medidas que permitan aliviar el estrés hídrico que sufre buena parte del país, tanto al corto, como al mediano y largo plazo.