Sin embargo, Colón no fue el primer europeo en llegar a América. Ese título corresponde a los vikingos.
El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón llegó a la isla de San Salvador. Este viaje cambiaría de forma radical los destinos de Europa y América.
Los escandinavos fueron hábiles navegantes y feroces guerreros. En la Edad Media, atacaron lugares tan lejanos como las actuales España, Ucrania, Marruecos y Turquía.
Según las sagas islandesas, el líder vikingo Leif Erikson exploró el norte de Canadá y se asentó en un sitio “de grandes bosques y viñas” que nombró como Vinland, o “Tierra del Vino”.
Entre los siglos IX y X, se asentaron en Islandia y Groenlandia y, desde ahí, saltaron a América.
El asentamiento no duró mucho tiempo. Los costos de la expedición y los encuentros violentos con los indígenas americanos obligaron a los vikingos a irse.
Por siglos se pensó que la historia de Leif Erikson era una simple leyenda, hasta que se descubrió en los años sesenta el sitio arqueológico de L’Anse aux Meadows, en Canadá.
L’Anse aux Meadows constituyó la primera prueba arqueológica de que los vikingos exploraron el norte de América mucho antes de los viajes de Cristóbal Colón.
Este conjunto de cabañas en Terranova fue diseñado como un asentamiento permanente y estuvo poblado algunos años.